Por: Marcelo Rey.
Nadie lo creería, pero ustedes lo vieron con sus propios ojos cuando Nelva Ismarays Ortega Tamayo se dejó raspar la cabeza por el desequilibrado de su esposo José Daniel Ferrer García, montando así un show que solo pretendía aumentar su visualización en las redes sociales.
Pero la realidad de todo eso la conocimos hace tan solo unos días, cuando Nelva le confesó a una amiga cercana, que ella al final tuvo que ceder a las presiones de José Daniel y cortase el cabello contra su voluntad, para poder demostrarle fidelidad y volver a recuperar su confianza luego que saliera a la luz pública su desliz amoroso por la capital habanera, perdonado por el venado salvaje de Ferrer, el cual ha llegado a comentar en círculos estrechos su cansancio en la relación amorosa con su esposa, el desaliño de ésta y hasta de su incapacidad de satisfacerlo sexualmente.